Transcribo a continuación pasajes de las Sagradas Escrituras, referentes a la homosexualidad:
GENESIS (19, 4-8):
Pero antes que se fuesen a acostar, cercaron la casa los vecinos de la ciudad, todo el pueblo junto, desde el más muchacho hasta el más viejo.
Y llamando a Lot, le dijeron:
–¿En dónde están aquellos hombres que al anochecer han entrado en tu casa? Sácalos acá fuera, para que los conozcamos. (La “Bíblia Catalana Interconfessional”, traduce: “volem abusar d’ells”/»queremos abusar de ellos«).
Salió a ellos Lot, y cerrando tras sí la puerta, díjoles.
-No queráis, os ruego, hermanos míos, no queráis cometer esta maldad.
-Dos hijas tengo, que todavía son doncellas: estas os las sacaré a fuera, y haced de ellas lo que gustareis; con tal que no hagáis mal alguno a estos hombres, ya que se acogieron a la sombra de mi techo.
LEVITICO (18, 22):
No cometas pecado de sodomía, porque es una abominación. (La “BCI”, traduce este versículo: “No jeguis amb un altre home com es fa amb una dona : és una cosa abominable”/»No yazcas con otro hombre como se hace con una mujer: es una cosa abominable«).
LEVITICO (20, 13):
El que pecare con varón como si éste fuera una mujer, los dos hicieron cosa nefanda; mueran sin remisión: caiga su sangre sobre ellos.
JUECES (19, 22-24):
Estando cenando, y mientras con manjares y bebida refocilaban sus cuerpos fatigados del viaje, vinieron unos vecinos de aquella ciudad, hijos de Belial (esto es, sin freno ni temor de Dios), y cercando la casa del anciano, comenzaron a dar golpes en la puerta, gritando al dueño de la casa, y diciéndole:
–Sácanos fuera ese hombre que entró en tu casa, que queremos abusar de él.
Y salió a ellos el anciano, y les dijo:
–No queráis, hermanos, no queráis cometer semejante maldad: ya que se ha hospedado este hombre en mi casa, desistid de semejante locura.
Y, como fuera de sí añadió:
-Yo tengo una hija doncella, y este hombre tiene su mujer; os las sacaré fuera para que abuséis de ellas, y saciéis vuestra pasión: solamente os ruego que no cometáis con un hombre ese crimen nefando y contra la naturaleza.
ROMANOS (1, 26-27):
Por eso les entregó Dios a pasiones infames. Pues sus mismas mujeres invirtieron el uso natural, en el que es contrario a la naturaleza.
Del mismo modo también los varones, desechado el uso natural de la hembra, se abrasaron en amores brutales de unos con otros, cometiendo torpezas nefandas varones con varones, y recibiendo en sí mismos la paga merecida de su obcecación.
CORINTIOS (6, 9-10):
¿No sabéis que los injustos no poseerán el reino de Dios? No queráis cegaros, hermanos míos: ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros.
Ni los afeminados, ni los sodomitas, ni los ladrones […] han de poseer el reino de Dios.