HOMOSEXUALIDAD, EFEBOFILIA Y PAIDOFILIA

Con motivo de la reciente polémica debida a determinados hechos, se citan especialmente tres conceptos: homosexualidad, efebofilia y paidofilia o pederastia.

Estos conceptos, en ocasiones, pueden estar relacionados entre sí, pero no siempre. Es difícil establecer distinciones por diversos motivos. Uno de ellos podría ser la complejidad del psiquismo humano. Lo que tienen todos en común es su aspecto genital y la búsqueda del placer sexual así como la aberración que representa la práctica de estos actos. También es difícil establecer si se trata verdaderamente de una enfermedad, o se cae en una adicción que resulta enfermiza, como en el caso de los drogodependientes, debido a la práctica reiterada de unos actos que, probablemente, empezaron como un juego: ya fuese como una forma más, o bien una forma exclusiva, de obtener placer, aunque no puedan descartarse traumas y problemas psíquicos que desencadenen esas tendencias.

Efebos
Júpiter y Ganímides – Francesco Albani

En primer lugar, quisiera hacer una aclaración de tipo histórico por lo que respecta a los llamados “efebos”. Estos eran muchachos de entre 18 y 21 años que, en la Grecia antigua, se formaban en las llamadas “efebeias”, centros en los que aprendían además de a guerrear, los conocimientos necesarios para ser ciudadanos de pleno derecho, a lo que accedían al cumplir los 21 años. Por las razones que sea se ha trasladado el significado de efebo a muchachos adolescentes de entre los 13 ó 14 años y los 17 años.

La homosexualidad es un fenómeno complicado que se da en hombres (homosexuales) y en mujeres (lesbianas). Pero hay que tener en cuenta que también existe el individuo bisexual, es decir, el hombre que practica el sexo tanto con otros hombres como con mujeres, y la mujer, que lo hace con otras mujeres y también con hombres. Este comportamiento parece tener un carácter hedonista y uno puede preguntarse si esas personas son realmente homosexuales o lesbianas.

¿Hay una edad determinada para empezar esas prácticas? Por lo que respecta a la homosexualidad/lesbianismo, se da primero una tendencia que puede aparecer en una edad bastante temprana, aunque también puede darse en edades más tardías (habría que estudiar los motivos que han podido llevar a esa tendencia) y que, si hay ocasión propicia para ello, puede llevar a la práctica de los actos propios de esa atracción mutua, desde el momento en que dicha atracción  tiene lugar. Si no se produce ningún cambio, la tendencia homosexual continuará durante toda la vida y los actos propios de la misma se producirán siempre que haya ocasión. Unas veces podrá ser con personas de la misma edad y otras con personas más jóvenes, si se avienen a ello, e incluso, con menores, de forma forzada o consentida, con lo que ya tendríamos que hablar de efebofilia y de pederastia.

La efebofilia tendría como objetivo, por parte de personas adultas, a muchachos de entre unos 13 a unos 17 años, mientras que la paidofilia, también por parte de adultos, tendría como objeto tanto a niños como a niñas de hasta los 12 ó 13 años aproximadamente.

Tanto los homosexuales/lesbianas, como los efebófilos y los paidófilos, pueden  ser indistintamente, personas casadas y con hijos o personas solteras. Aunque en el caso de paidófilos i efebófilos, abundan quienes por diversas razones de tipo psicológico, tienen serias dificultades para relacionarse sexualmente con personas adultas, especialmente del sexo contrario.

Si, como hemos visto, los homosexuales pueden caer en la efebofilia y la paidofilia, es menos seguro que los que empezaron como pederastas o efebófilos, sean homosexuales. Sus preferencias parecen basarse más en niños/niñas o adolescentes, que en personas adultas del mismo sexo. Aunque también es cierto que en algunos pederastas y en los efebófilos, se dan, evidentemente, conductas homosexuales, ya sean activas o pasivas. En algunos casos no hay siempre un contacto físico, sino simplemente visual directo, o también por medio de fotos o grabaciones.

Como vemos, la complejidad de esos fenómenos es considerable, tanto en las diversas conductas como en sus interacciones: es difícil establecer si en todos los casos puede hablarse de tendencias homosexuales; como en el tipo de personas vinculadas a esas prácticas: la procedencia social y cultural es enormemente diversa. Ya en un plano jurídico y también moral, no resulta fácil establecer la verdadera responsabilidad de quien efectúa esos actos, dada la posible alteración psíquica, al menos a lo largo del tiempo, por adicción, que puede llevar a cometerlos.

Resumiendo, podemos decir que las tendencias y actos homosexuales pueden aparecer y darse en todas las edades. La efebofilia, generalmente se da en adultos de más de 25 ó 30 años, y parece estar más clara una tendencia homosexual, pero teniendo como objetivo a individuos, ni mayores ni menores de una edad determinada. Por último la pederastia, que también se da en individuos adultos, y que tiene como objetivo a niños y a niñas, no parecería estar tan vinculada a la homosexualidad. En muchos de los casos, como he dicho antes, se trata de problemas relacionales.

J.A.P.L.

Abril 2010

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